Tradicionalmente, aunque los tiempos han
cambiado, es la cabalgata, el evento que indica el inicio de la feria en
Fusagasugá, al igual que en muchos municipios de Colombia.
Hace algunas, no muchas, versiones del
importante evento municipal se intentó dar el salto y modernizar esta
actividad, modernizar en el sentido de adecuarla a las necesidades actuales en
cuanto a crecimiento urbano, prevención en la accidentalidad, respeto a vida
animal y en general buscar que estos eventos fortalezcan la imagen de la
ciudad, atraigan turistas, sean un motivo de alegría y de encuentro ciudadano.
Por eso se le llamó “Desfile Caballístico”, el poder presenciar por las
principales vías de la ciudad la elegancia, la calidad y destreza, la nobleza,
ser impactados por la presentación de quienes dedican mucho tiempo y esfuerzo
para que como un solo ser puedan recibir de quienes nos mantenemos a la orilla
del camino el aplauso y la admiración.
Lograr registrar en sonrisas e imágenes la
calidad de jinetes y cabalgaduras es el objetivo del turista.
Ese debiera ser el inicio de una gran Feria
como la de Fusagasugá, pero nos encontramos con una gran cantidad de jinetes
desordenados, ingiriendo licor sin importar que al lado avance otro u otra
caballista quien con gran sentido de “valor” se acompaña de uno o dos menores.
Tampoco falta aquel al que no le alcanza el pavimento y debe utilizar el andén,
para lograr arrinconar al de a pie, eso sí es señal de poder.
En algunos casos pareciera que lo importante
es el cuanto se paga por “montar” pues queda claro que de $20.000 o $50.000 de
no hace mucho tiempo a $350.000 y $500.000
hoy día, existe una gran diferencia.
Es cierto, cantidades de personas salimos a
observar el paso de la cabalgata, algunos para admirar los estilos y “algotros”
para saludar y vitorear a algunos
personajes quienes como en épocas coloniales el estar a la altura de una silla
de montar los eleva al nivel de “señores
y señoras”.
Las mayores felicitaciones y los respetos
para quienes lucen su arte, para quienes demuestran el “cuido” de los animales
y logran presentar hermosos ejemplares, educados, elegantes, con brío y
portento, logra uno sobreponerse a las bestias para inclinarse ante los
artistas.
Benjamín Gómez.