Benjamín Gómez. - El 25 de junio, partieron desde Popayán (ciudad capital del Departamento del Cauca) ocho - 8- personas con el ánimo de avanzar hasta Bogotá (capital de Colombia) en una marcha, pacífica pero beligerante.
El objetivo central de la marcha es buscar que, mediante el sonido de su voz, la ciudadanía comprenda la necesidad inmediata de asumir la defensa de la vida de los LÍDERES SOCIALES y de excombatientes de la FARC quienes se han comprometido de lleno, con la paz.
El asesinato de líderes y desmovilizados en medio de una cuarentena donde la movilidad está restringida, es prueba de la falta de compromiso del actual Gobierno Nacional con el anhelo de reconciliación para superar las décadas de muerte y dolor que hemos vivido.
El incremento del FEMINICIDIO y la VIOLENCIA INTRAFAMILIAR al igual que el ataque contra menores de edad, es otro motivo para marchar. La desigualdad social, fortalecida por un SISTEMA FINANCIERO con la vista puesta en la oportunidad de sumar utilidades en lugar de ayudar a la inmensa mayoría de la ciudadanía agobiada por la crisis económica, crisis que arrastramos de tiempo atrás pero que ahora es más palpable por efectos de la pandemia.
Pasando por Fusagasugá, ya no son ocho (8) ahora son más de treinta. Llevan la convicción de que al llegar a Bogotá se convertirán en miles. Saben estos marchantes, que hay millones de esperanzas en un futuro con... .
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