Martes 31 de julio de
2018, finalizan sesiones ordinarias en Concejo Municipal
Benjamín
Gómez.- Culmina otro periodo de sesiones, citaciones, debates,
proyectos y acuerdos. Pero la mayoría de la ciudadanía fusagasugueña no siente
la actividad del concejo como una actividad vital para el desenvolvimiento de
la ciudad.
Durante el
transcurso delas últimas tres administraciones – Belén-Baudilio, Daza y
Cifuentes-, el Concejo Municipal parece vivir un libreto predefinido, respaldo
total al alcalde de turno (por el bien de la ciudad), y luego citaciones a los
funcionarios donde se les critica, algunas veces tímidamente y otras veces
fuertemente, depende del partido citante, siempre pidiendo COORDINACIÓN ENTRE
LAS DIFERENTES SECRETARÍAS, siempre hablando de la buena voluntad de las y los
funcionarios, pero pidiéndoles mayor esfuerzo y más coherencia en la acción,
también dejando claro el GRAN ESFUERZO de la administración municipal por
buscar la solución a los problemas que aquejan a la ciudad.
El tiempo
transcurre y la ciudad continúa sufriendo los mismos problemas, al contrario,
cada vez con mayor fuerza; inseguridad, desempleo, desorden urbanístico,
invasión del espacio público, contaminación auditiva y ambiental, pero eso sí,
los ingresos han aumentado, tanto así que el municipio elevó su categoría.
Resulta
llamativo que uno de los principales acontecimientos, en el concejo, fue el
hecho de que unos concejales renunciaron para presentar candidaturas en el
siguiente proceso electoral.
La mayoría de
los controles políticos fueron citados por concejales como Marcela Alvarado,
Marcela Rodríguez, Gabriel Escobar, Luz Fanny López y Jonathan Martínez.
Controles en pocos casos EFECTIVOS. No fueron contundentes en la mayoría de las
veces porque estos concejales son de bancadas diversas, cristianos, de
izquierda, de minorías o simplemente porque no tienen el poder político
suficiente para hacer temblar una administración, para hacer que un jefe, como
lo es el alcalde, logre que sus funcionarios coordinen, demostrado ha quedado,
que el poder político del alcalde es mayor, y es mayor porque contó con el
respaldo de la mayoría de las corrientes políticas para su elección,
compromisos con todos, que mal o bien ha cumplido. (El desarrollo del ejecutivo
municipal merece ser tratado en particularidad).
Algunos
esfuerzos de estos concejales surtieron algún efecto, pequeño, insuficiente,
pero loable.
Tuvo el
Concejo Municipal unidad para intentar sancionar a una funcionaria, que si bien
es cierto no saluda de pico y abrazo prolongado cada vez que llega al recinto,
funcionaria que tampoco tiene el mejor carácter para atender a la ciudadanía
que intenta acercarse a su despacho, pero que indiscutiblemente y pese a no
poseer experiencia en lo público, ha tenido un manejo profesional y serio,
funcionaria que más allá de las cuotas políticas intenta hacer un trabajo
cumpliendo todos los requisitos, funcionaria cuya tarea es la menos cuestionada
a nivel de trasparencia presupuestal y quien sin tener un desempeño
sobresaliente, está logrando cumplir su plan, impulsa pequeños equipos y
espacios que proyectarán su actividad en el futuro. Hablamos de la Secretaria
de Cultura.
Se le
reconoce al Concejo Municipal, el total apoyo a la realización, en la ciudad,
de la Consulta Popular contra el Fracking y la minería a gran escala.
Importante
recordar que la MUJER perdió en este ejercicio representación en la mesa
directiva, debido a las discrepancias políticas.
Será
necesario, para el siguiente período de sesiones del Concejo Municipal,
realizar un mayor seguimiento y cubrimiento, minucioso y profundo, a las
actividades de la corporación en conjunto, y de los concejales en particular.
La mayoría,
de los más de 150.000 habitantes, reclaman por un concejo activo, eficaz y
eficiente. Un concejo que responda a los intereses de la ciudad, aunque al
acercarse el período electoral de seguros veremos un concejo y a muchos
concejales, sobre todo aquellos concejales que se limitan a cumplir con la
asistencia, ahora sí, en intensa actividad preelectoral.