Son muchos los
cuestionados candidatos que se alistan a dar la pelea en las urnas en los
comicios electorales del mes de octubre.
Los que parecieran rumores y chismes
de contradictores políticos, resultan ser el reflejo de una mafia escondida
tras el codiciado aval, en la obtención de un aval existen sombras de poder con
capacidad de destronar presidentes de partidos políticos hasta revivir procesos
penales e investigaciones del pasado.
Si se tuviese sentido común, las investigaciones que se le siguen a sonoros candidatos vinculados con delitos de parapolítica he incluso contra la administración pública serían motivo suficiente para negar un aval, sin embargo en nuestra realidad política Colombiana se actúa bajo la premisa de, mientras no sea condenado, puede ser viable la candidatura.
Hasta el momento
retumban sonados casos de nuestra política Colombiana, casos especiales que
destronaron ya las cabezas visibles de los partidos políticos más importantes
de nuestro país, conocidos nombres de padres de la patria que en el pasado
engalanaron nuestro capitolio Nacional, también desfilaron por los estrados
judiciales, y, actualmente vuelven a ser protagonistas reviviendo sentimientos
de dolor guardados en los corazones de contradictores, copartidarios e incluso
familiares, al fin de cuentas Ciudadanos Colombianos que con dolor y repudio
nuevamente se atreven que denuncian ante fundaciones, organizaciones del Estado
y los mismos partidos políticos en lo que muchos de ellos hacen oídos sordos;
Que tendrán los avales? o mejor que tendrá la política?, la respuesta la
tendremos el 25 de octubre y las dudas se aclararan durante los próximos cuatro años.