Con
un fuerte aguacero acompañado del gris adecuado para el momento y
faltando unos minutos para las ocho de la mañana, algunos votantes
estaban prestos a sufragar y expresarse democráticamente en la
jornada convocada para ratificar el desarrollo e implementación de
los acuerdos logrados tras más de cuatro años de negociaciones
entre el Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia – FARC -EP-.
Se presentía una muy amplia participación, pero comenzaron las sorpresas.
Estaba programada la apertura protocolaria y oficial de la jornada en el Parque Principal, este acto debía desarrollarse unos minutos antes de las ocho, pero la lluvia y la escasa participación lograron que dicho acto protocolario se trasladara rápidamente al Coliseo de Futsal.
Hacia las ocho y cinco minutos de la mañana ya habian votado las personas madrugadoras de ahí en adelante, solo fue espera y espera, lluvia y lluvia, soledad y soledad, hasta pasadas las nueve de la mañana cuando por fín escampó. Hacia las 10.30 a.m., comenzaron a asomar con alguna regularidad los votantes.
En absoluta mayoría silenciosos y con caras decididas, votaban rápidamente y salían, en silencio, ni políticos ni los carros hacían casi ruido, los unos – los políticos- por su ausencia y los otros - los vehículos-, por su paso escaso y como quien no quiere la cosa.
Se podría decir que ha sido la jornada electoral más tranquila, más calmada y más rápida que haya ocurrido.
Algunas figuras públicas del municipio votaron antes del medio día, igual, en silencio y rápidamente, (salvo una o dos excepciones) pareciera que las personas no quisieran que se conociera sobre su participación en la jornada democrática.
Luego de la una de la tarde cambia el panorama, alumbra el sol a plenitud y sale la gente con ánimo para votar, pero otra sorpresa, sigue el silencio y el afán, colas rápidas, pasos rápidos, sufragio rápido.
Como es normal hacia las tres y media los retardados intentan llegar y votar, no se presentaron contratiempos, si acaso el más visible en la Universidad de Cundinamarca a donde fueron trasladadas bastantes cédulas, al puesto de San Mateo, un buen número de personas se arrepintieron de votar por no desplazarse hasta el Colegio Ricaurte, su nuevo sitio de votación.
Cuatro de la tarde, sol radiante, cierre de la jornada, los jurados como siempre con el cansancio normal luego de ocho horas de estar en sus puestos, rápidamente, igual que los votantes, proceden a desarrollar los pasos para cumplir con el cierre de mesas, el conteo de los votos y el registro en las formas destinadas por la regisraduría para la ocasión.
Antes de las cuatro y media ya se sabían los resultados en cada puesto, el traslado al sitio donde se reúnen los votos para la consolidación de los resultados y expedición de boletines también fue rápido. Todo funcionó a la perfección. Mejor que nunca, rápido, ágil y oportuno.
Seis de la tarde, Colegio Femenino, alguna persona cantó y bailó algo, otras personas no lo podían creer, se confirmó que a nivel nacional al igual que en Fusagasugá había triunfado la abstención y de la minoría participante ganaba el NO.
Así, contra todo lo esperado y con otra sorpresa, nos fuimos a descansar de la jornada pensando como se iría a desarrollar la situación política del país en las siguientes horas.